¿Estarías dispuesto a otorgar la mitad de tus días a una versión más joven y mejorada de ti mismo? Puede que la pregunta sea confusa, puede que incluso al entenderla resulte complicado decidir. Esta misma pregunta se hizo Elisabeth Sparkle (Demi Moore), una antigua celebridad que ha sido olvidada y ha perdido relevancia. Con la autoestima baja tras haber sido despedida por su físico, no presta atención y tiene un accidente automovilístico. En su recuperación se le presenta la oportunidad de probar una droga que replica las células de su cuerpo y crea una versión mejorada del mismo.
Coralie Fargeat escribe y dirige esta película, que va más allá que una historia de ciencia ficción. En realidad pertenece al género de Body Horror, donde el cuerpo humano se vuelve una fuente de miedo, disgusto y ansiedad a través del cambio repentino. The Substance nos hace reflexionar sobre la sexualización del cuerpo humano, principalmente a una edad joven, y cómo la sociedad rechaza esos mismos cuerpos cuando cambian, es decir, con la edad.
Este rechazo afecta a las personas de muchas maneras, no sólo en su autoestima, sino también en lo laboral. Un ejemplo es Elisabeth Sparkle, quien fue despedida de su programa de televisión porque buscaban a alguien más joven. Al aceptar la “sustancia” y ver que su otro yo estaba teniendo éxito, en lugar de sentir armonía y orgullo, se empezó a sentir cada vez más incómoda con su cuerpo. Este sentimiento creció rápidamente, ya que Elisabeth sabía que, aunque seguía siendo la misma persona, los demás la percibían como alguien completamente diferente solo por su apariencia.
Otro tema de gran peso en la película es el autocuidado. Cuando le permites a tu otro yo vivir, tiene 7 días para hacerlo y luego debes volver a ser tú mismo por otros 7 días. Si alguno de los dos cuerpos usa más tiempo del que tiene permitido, el otro cuerpo sufrirá cambios horribles en su apariencia. Sue (Margaret Qualley), el otro yo de Elisabeth, disfruta de la vida que está viviendo, y se siente con el derecho de utilizar el cuerpo por más tiempo, sin importarle las consecuencias que sufrirá su otro yo. A pesar de ser una misma persona, en el momento se le hace fácil tener acciones con graves consecuencias, ya que al instante ella obtiene una pequeña recompenza. Y eso mismo es algo común en cualquier persona, tenemos hábitos dañinos que son difíciles de eliminar porque las repercusiones normalmente vienen a largo plazo.
Es más fácil ver la película y juzgar a Sue por no ser consciente de lo que se está haciendo a sí misma. Y en realidad es una forma cruda de mostrarnos el comportamiento natural del ser humano. Eso viene porque vemos a nuestra versión futura como alguien más, no nos damos cuenta que somos uno mismo.
La música, y en especial los sonidos, tienen un papel importante en The Substance. Cualquier escena en la que esté ocurriendo algo asqueroso, inquietante, y demás adjetivos, viene acompañada de sonidos fuertes y explícitos que te permiten experimentar la escena principalmente con la audición y en segundo lugar con la vista. Si eres sensible a cierto tipo de cosas, como sangre o inyecciones, seguro que esta película te hará pasar malos momentos.
Además de los temas que toca y su edición de sonido, The Substance tiene muchas escenas de traseros. Cuando digo muchas, es muchas. Tantas como para que haya sentido la necesidad de mencionarlo. En un principió creí que era algo innecesario, pero reflexionando sobre ello creo que puede ser una sátira hacia los medios de comunicación que buscan sexualizar al cuerpo y explotar ese tipo de imágenes para atraer la atención del espectador. Además que los cuerpos son un punto muy importante de esta película, y en cierta forma parece ser que se utiliza la firmeza del trasero como un representación de la juventud de un individuo.
Es fácil ver a dónde va la cosa. Con el paso del tiempo, Sue se aprovecha cada vez más de su cuerpo, haciendo que Elisabeth se vaya convirtiendo poco a poco en un monstruo. Esta dinámica escala con rapidez, hasta que al final tenemos una escena bastante larga protagonizada por este monstruo. En el punto más alto de la película ya nada queda a especulación. Nada es sutil. Cualquier idea o mensaje está plasmada de manera explicita y grotesca en este monstruo, que pese a su apariencia, sigue buscando cautivar a su público y darle lo que le pide, ya sea una gran presentación o incluso algo de pechos.
Elisabeth, Sue, lo ha perdido todo, y a pesar de todo sigue siendo ella misma, siempre fue ella. Lo único que ha cambiado en estas tres etapas ha sido su apariencia. ¿Por qué se han sentido tan distintas estas tres vidas? ¿El hecho de que todo haya sido diferente según su apariencia ha sido culpa de ella o ha sido culpa de la sociedad?
Nombre: The Substance
Dirección: Coralie Fargeat
Guión: Coralie Fargeat
Cast: Demi Moore, Margaret Qualley, Dennis Quaid
Géneros: Body Horror, Drama, Horror
Año: 2024
Duración: 2h 21m
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